9. Los medios y la crítica (que no llegan)


La repercusión de los Encuentros en los medios de comunicación es muy tímida. Únicamente aparece reflejado en los portales web que no requieren de cuotas económicas: 1arte.com, arteinformado.com, arteenlared.com y culturable. Estos portales reproducen la información que les llega de la Nota de prensa que emite el propio Centro.

Otras webs de carácter institucional reflejan los Encuentros, la de la Dirección General de Promoción Cultural (que cuelga la información que proporciona el Centro en el apartado Actualidad), la de la Mancomunidad de Cultura de la Sierra Norte, y la del Centro Villa de San Roque de La Cabrera (dependiente de PAMAM, de Presidencia de Gobierno de la Comunidad de Madrid). Algunas webs locales de la comunidad de Madrid se nutren de estas webs corporativas.

Por otra parte, los medios presentes en la comarca, fundamentalmente el periódico mensual Senda Norte y la revista bimensual Página-1, sí que recogen los Encuentros, tanto en sus ediciones impresas, como en las ediciones digitales (sendanorte.es y pagina-1.es). Página-1 es la única publicación que elabora un artículo específico sobre la muestra, comentando las obras y el carácter del Encuentro. Estos artículos son escritos por José Agulló, artista plástico que ejerce de crítico de arte para esta publicación, y que participa cada año en el Encuentro. Reproducimos un fragmento del mismo. Consideramos que no puede considerarse como un artículo crítico, sino más bien una exhortación a la visita, que transita por lugares comunes.

´Existe cierta clase de artistas que necesitan vivir en un entorno natural, pisar tierra cada día, escuchar el canto de los pájaros y observar el paso de las estaciones, absortos en el silencio y la tranquilidad contemplativa, lejos del ruido y la contaminación de la ciudad, para así crear y producir su obra.
Un año más, estos artistas plásticos residentes o vinculados de alguna manera a la comarca de la Sierra Norte de Madrid, se reúnen en una exposición para mostrar sus últimas realizaciones; en esta ocasión con una temática concreta: el agua. Encuentro que, lentamente, va consolidándose, bajo la dirección y supervisión, como siempre, de nuestras queridas Rosa Briones y Sara Fuentes, más la inestimable colaboración de Pablo Milans. Se han presentado en esta ocasión 37 obras con gran variedad de formatos y técnicas: óleos, acrílicos, grabados, fotografías, esculturas, cerámicas…, reflejo de la personalidad e idiosincrasia de cada uno de los creadores. Resulta curioso e interesante observar las diferencias y coincidencias habidas en la interpretación que los artistas han hecho del agua, este líquido elemento tan esencial para la vida, al introducirlo o evocarlo en sus obras. Contamos con óleos de (…).
¡Qué misterio el del arte! Hay quien dice que no sirve para nada; y no pareciendo necesario ni tan vital como el elemento objeto de la propuesta para esta convocatoria, ha acompañado, no obstante, a la especie humana desde que se reconoce como tal, actuando como vehículo de expresión de sus sentimientos, pensamientos e inquietudes. Luego… ¡sí parece cumplir una función! Tan solo que el arte no va dirigido a la mente, ni a parte alguna del cuerpo, sino a esa zona -digámoslo así- desconocida, intangible e incomprensible de nosotros mismos que hemos dado en llamar espíritu. Se manifiesta desde ahí a través de un ser humano y llega -cuando llega- a ese mismo lugar de otro ser humano. Cuando no nos “toca” y nos es indiferente, decimos que no sirve para nada. El arte es la poética de la comunicación. Las personas necesitamos hacer y compartir arte, y mientras exista un ser humano sobre este planeta habrá arte. Y cuando no exista ninguno, también; porque el arte es una cualidad de la Naturaleza, es una de sus manifestaciones: utiliza como materiales la Tierra entera y como herramientas e instrumentos, los elementos naturales. La Naturaleza crea obras de arte cambiantes, o sea, vivas, el ser humano simplemente las imita. Así que, desde estas páginas, convocamos a todas las criaturas sensibles, conscientes e inteligentes, que deseen disfrutar del arte creado por otras criaturas igualmente sensibles, conscientes e inteligentes, a la exposición, que estará abierta al público en el Centro Comarcal de Humanidades del municipio de La Cabrera, en la Sierra Norte de Madrid, desde el 2 de diciembre de 2008 hasta el 31 de enero de 2009. La muestra se inaugurará oficialmente el jueves 4 de diciembre´.


Por lo tanto, ninguno de los tres encuentros ha producido aparato crítico que consideremos profesional, aunque la difusión de nota de prensa (con los parámetros estándares de una galería o un museo de arte contemporáneo) haya sido una práctica común a los tres.

El único contacto con este sector fue el texto introductorio que se encargó a Antonio Leyva (Asociaciones Madrileña, Española e Internacional de Críticos de Arte) para el catálogo del I Encuentro. Titulado “Algunas reflexiones sobre el arte en nuestro tiempo”, con una cita de T. Adorno, dedica a la muestra reflexiones generosas pero que molestan a los/as artistas más comprometidos/as con el encuentro ya que desoye la filosofía de compartir y de colectividad.

´Las obras de esta exposición en el Centro Comarcal de Humanidades, aunadas no por otras afinidades que por las que pudieran derivarse de la permanencia en un hábitat geográfico y humano gratamente compartido por sus autores, se nos aparecen vinculadas, deliberada o inconscientemente, al rechazo de la estulticia tolerante, del absentismo estético, de la banalidad discursiva. Es buena ocasión para contrastar esta reflexión sobre los entrecruzamientos estéticos en vigencia, a la luz de la conciencia histórica de que hablara María Zambrano, la que precisamente lastra de contenidos de realidad las más crípticas fantasías, aún cuando no se evidencie en ellas esa realidad (…)[1]´

[1] Primera muestra de artistas plásticos de la Sierra Norte, 2006, Madrid, Publicaciones Comunidad Autónoma, pp. 6

8. Las actividades: un Encuentro no es una Muestra

La diferencia fundamental entre los tres Encuentros es la propuesta de actividades que se adicionan a la muestra de obras.

El I Encuentro inauguró la actividad llamada “Encuentro de artistas plásticos”, programando uno en el mes de diciembre y otro en enero. Se trata de una charla conjunta e informal en la que el/la artista que lo desea comparte con compañeros/as artistas y público, la exposición oral que le parece oportuna. Muchas veces, las charlas van apoyadas por proyecciones de obras. Fue iniciativa del Centro llevar a cabo la mesa redonda “Cómo exponer, cómo vender”, invitando a los responsables de las únicas galerías de la región. Esta charla tuvo una gran asistencia por parte de los/as artistas. Otra de las actividades (propuesta por el artista Cabello Millán) fue una charla sobre simposios internacionales de escultura, que debió ser anulada por razones personales del artista.
El I Encuentro fue acompañado quince días por la exhibición de la instalación “Perdida” de Marta Martínez, en un espacio separado situado en el primer piso. Esta obra no fue creada ex profeso para el Encuentro. El Centro colaboró con la artista en su producción.

El II Encuentro contó una extensa batería de actividades concebidas por los/as propios/as artistas participantes.

Como actividades que podían desarrollar los/as artistas, se encontraron: elaboración conjunta de pancartas y materiales de comunicación del Encuentro (Manolo Moreno, Juanjo Pluna y Ricardo Martín), taller “La creación, el juego” (Mar Medina), visita a taller abierto (Pablo Schugurensky) y Encuentro creativo de carácter lúdico y de investigación (Silvina Socolovsky).
Como actividades para todo público se programaron, por orden cronológico, a lo largo de los dos meses del encuentro: proyección multimedia “17 instantes de primavera” de Max D.C. (Fundación Andrés Puig), instalación “Camino” (Cabello Millán, en el acceso exterior del Centro), taller de collage y reciclaje para adultos (Francisco Recuero), taller “Príngate, ¿quieres hacer una vasija prehistórica?” (Isabel Micaela), Encuentro con el artista PLUNA, charla lúdica para niños/as de primaria “¿Qué es una escultura?” (Cabello Millán), proyecciones de fotografías para adultos (Cabello Millán y Agustín Sanz de la Fuentes), instalación “Mi tiempo. Hay una esquina en mi tiempo” en sala aparte (Mar Medina), taller para adultos y niños/as “El bajorrelieve: dos realidades complementarias” (Ana Hernando), instalación “Contextos” en el vestíbulo del Centro (Isabel Díaz), Encuentros con artistas: Isabel Micaela, Nadège Rostan, Concha Castellanos, proyección de películas documentales realizadas por artistas plásticos o sobre su obra (Mario Vega y Lucía Loren), Encuentro con artista: José Agulló, charla sobre fabricación de hornos cerámicos (Alfonso Vidal), “La muestra contada por niños. Taller de creación de un libro” para niños de 10 a 12 años (Nadège Rostan).

Como actividades para escuelas infantiles y centros escolares, los/as participantes del II Encuentro programaron el taller de creación plástica colectivo “tu cuerpo, mi cuerpo” (Jenaro Argente) y la visita de exposición-taller práctico (José Agulló).

El ritmo de trabajo y de reuniones para la organización de las actividades del II Encuentro fue tan frenético que se decidió que la versión “activa” del encuentro se llevaría a cabo en años alternos. De manera que el futuro IV Encuentro, volverá a tener el carácter activo del II.

El III Encuentro, tras la resaca de actividades del II, contó con los clásicos encuentros con artistas, celebrados uno en diciembre y otro en enero, y en el que participaron 15 creadores/as que hablaron de la obra que habían creado para participar en la muestra del agua.

7. El catálogo: "sin ISBN yo no expongo"

La propuesta del Centro de plasmar las muestras de los Encuentros en catálogos fue en general bien acogida por los/as artistas.

Los catálogos son distribuidos gratuitamente entre los/as visitantes de la muestra y son entregados en un número de unos 20 ejemplares a los/as artistas participantes. La distribución de los catálogos en bibliotecas, centros de investigación, museos, etc., se encuentra desatendida fundamentalmente por falta de medios.

Las características de la publicación se han visto determinadas por las limitaciones de presupuesto que procedían de la Consejería: número de hojas que no superase las 80 páginas, calidad de papel estandar, diseñador e imprenta de la Comunidad de Madrid, ISBN opcional[1], etc.

El catálogo de I Encuentro es de brillantes cubiertas rojas, tamaño A-4, de 72 páginas de papel satinado, sobre la que se lee en pequeñas letras minúsculas de color blanco “primera muestra de artistas plásticos de la SIERRA NORTE” [2].
La referencia a la temporalidad la constituye el año de publicación y la información del pie de foto de cada obra (que comprende: autor, título, año, técnica y dimensiones). Cuenta con presentación del Consejero de Cultura y Deportes (Santiago Fisas Ayxelá), el texto de dos páginas encargado al crítico y galerista Antonio Leyva, y la reproducción de las 52 obras ordenadas alfabéticamente por artista, separadas en secciones de Pintura, Escultura, Grabado y obra gráfica y Fotografía. Las reproducciones de obras aparecen sobre fondo blanco y el 25% tienen severos problemas de calidad (desenfoque, brillos, fondo inadecuado, etc.)[3]. Tras las reproducciones (una imagen por página) el catálogo incorpora una Agenda, que consiste en nombre y apellidos de los/as artistas, modo/s de contacto que proporcionan (e-mail y/o teléfono y/o URL) y municipio de la Sierra Norte del que proceden[4]. El catálogo termina con una página de Créditos donde aparecen las autoridades de la Comunidad de Madrid (desde la Presidenta hasta la Directora del Centro), los créditos de la Exposición (Centro organizativo, Coordinación e integrantes de la Comisión asesora de artistas) y los créditos del Catálogo (diseño y maquetación, producción y fotomecánica, autoría de texto, impresión, ISBN y depósito legal).


El catálogo de II Encuentro reduce su formato de página optando por un diseño más cuadrado, de pastas en tono azul grisáceo. Pierde el satinado de las cubiertas y gana un poco de calidad en el papel. “segunda muestra de artistas plásticos de la Sierra Norte” es el título de la publicación que tiene 62 páginas y un mejor acabado que el anterior en todos los sentidos. La referencia al período diciembre 2007 – enero 2008 aparece en la primera página, donde se anuncia que las obras irán organizadas en las mismas secciones que el catálogo anterior, e incorporando una nueva, “Instalaciones”. Dentro de cada sección, las obras son reproducidas obra/página y ordenadas alfabéticamente por autor. El catálogo se inicia con la presentación del Consejero de Cultura y Turismo de la Comunidad de Madrid, que introduce algunas de las claves del II Encuentro:

´(…) Son cincuenta propuestas que han sido elaboradas, por exigencia de los propios artistas, en el período comprendido entre enero de 2006 y diciembre de 2007. Es decir, son obras recién salidas de los talleres y, como tales, tienen vocación de aquí y ahora (…).
(…) Y este II Encuentro de creadores –con la exposición colectiva y las actividades paralelas que conlleva- es la ocasión perfecta para que todos lo hagamos nuestro y disfrutemos de ello.´

Tras la introducción de Santiago Fisas Ayxelá, el catálogo recoge una cita de Cartas a Theo de Vincent Van Gogh[5], y una cita de Arte y Cultura de Clement Greenberg[6].
La primera la entendemos como alentadora del trabajo artístico colectivo. La segunda, como bálsamo lenitivo de las diferencias entre los artistas con reconocimiento y los desconocidos.

Las reproducciones de las obras aparecen sobre fondo de color gris de diferente intensidad (dependiendo de la sección). Sobre la elección de la gama de grises, apreciamos que este color perjudica a las obras de cromatismo oscuro. Los problemas de calidad de fotografías se subsanan y sólo una fotografía es de baja calidad (con problemas en la reproducción de colores). La información de los pies de fotos es igual de completa que en I Catálogo. Tras las reproducciones (una imagen por página) el catálogo incorpora Contacto de los artistas, con el mismo objeto que la Agenda del anterior.

Con respecto a la procedencia geográfica de los/as artistas, observamos que el 26% son de fuera de Sierra Norte[7].
El catálogo termina con una página de Créditos donde aparecen las mismas autoridades de la Comunidad de Madrid, los mismos créditos de la Exposición (sin aparecer la comisión de artistas, que se disolvió) y los créditos del Catálogo.

El catálogo de III Encuentro modifica su formato de página perdiendo su forma cuadrada y ganando manejabilidad. Las pastas y el papel mantienen la calidad del catálogo precedente, y el diseño de la portada se adapta a las exigencias del libro de estilo de la Comunidad (recién aprobado), pero se elige como imagen de portada el mosaico de un pequeño fragmento de todas las obras presentes en la muestra. La presencia de las letras del título de la muestra se multiplica por veinte, con respecto a los catálogos anteriores, y el color blanco como fondo de las reproducciones ilumina las obras con fotografías de buena calidad. “TERCERA MUESTRA DE ARTISTAS PLÁSTICOS DE LA SIERRA NORTE” es el título de la publicación que tiene 65 páginas. Bajo el título, el catálogo introduce el sobretítulo “Tema El Agua”, recogiendo la decisión consensuada entre organización y artistas, de que la muestra posea un hilo temático conductor. La referencia al período diciembre 2008 – enero 2009 aparece en la portada así como en la información de pie de foto. Por primera vez las obras son presentadas prescindiendo de secciones, empleando el orden alfabético por artistas.

El catálogo se inicia con la presentación del Consejero de Cultura y Turismo de la Comunidad de Madrid, que como en el catálogo anterior, introduce las claves del III Encuentro:

´(…) la cita de artistas plásticos llega cargada de nuevas significaciones que brotaron en el Encuentro 2007/08. En primer lugar, los/as creadores/as han elegido el tema del agua para aproximarse a él con sus trabajos. La escasez de agua dulce y las terribles consecuencias que conlleva son palpables en el paisaje de la Sierra. Algunos de los manantiales y prados que conocieron nuestros abuelos han ido secándose y la percepción colectiva del agua se ha visto radicalmente modificada. La muestra se acercará a esta problemática. En segundo lugar, los/as artistas han firmado un pacto de contemporaneidad, y presentan obra realizada a lo largo del último año (…)´

Tras la introducción de Santiago Fisas Ayxelá, el catálogo incorpora las reproducciones de las obras. La información de los pies de foto es igual de completa que en los catálogos anteriores. Tras las reproducciones (una imagen por página) el catálogo incorpora Contacto de los artistas.

Con respecto a la procedencia geográfica de los/as artistas, observamos que el 24% son de fuera de Sierra Norte[8]. El catálogo termina con idéntica página de Créditos (incorporándose la figura del Diseñador de catálogo, que es el ayudante de coordinación del Centro).

En el catálogo se aprecia una mayor voluntad de iluminación, con respecto al segundo catálogo, considerando que esa decisión le beneficia. La elección de la imagen compuesta por un mosaico procedente de un fragmento de cada obra, le proporciona un cierto sentido de realidad y de anhelo de trabajo colectivo, que también creemos que le beneficia

En los tres catálogos apreciamos la total ausencia de textos o materiales artísticos producidos expresamente para este medio, siendo el catálogo un mero reflejo de la obra que cada artista presenta, y no una obra artística en sí misma. Tampoco apreciamos ninguna labor de investigación o documentación relacionada con los Encuentros.

Por último, nos extraña que las actividades paralelas a las muestras, y que constituirían la filosofía del Encuentro, no aparezcan recogidas. También sería deseable alguna referencia gráfica a los espacios expositivos.

[1] Los catálogos del I y III Encuentro cuentan con ISBN, el del II, no. Por lo general esta cuestión no causó malestar, salvo en el caso de Mar Medina (artista plástica profesora de Secundaria, que manifestó airadamente rechazar participar en el III Encuentro si la organización no aseguraba ISBN en catálogo).
[2] Apreciamos en él una cierta voluntad de sencillez que choca con el rojo encendido de las pastas.
[3] Las reproducciones de cada obra son responsabilidad de cada artista, que las envía a la coordinación, que las supervisa.
[4] El 25% de los/as artistas no están directamente vinculados con alguno de los municipios de Sierra Norte. Entre ellos destaca la procedencia de Madrid y la de Colmenar Viejo. Con respecto a la inclusión en los Encuentros de artistas de fuera de Sierra Norte, traemos a colación la carta que envía el Centro a los/as artistas el 8 de julio de 2006: “La participación en el proyecto de dinamización cultural del Centro, por parte de artistas y creadores/as que no residan en alguno de los 42 municipios de la Sierra Norte, ha sido valorada positivamente. Consideramos que aquellos/as creadores/as que se comprometan y participen de forma activa en los proyectos del Centro, deben ser parte integrante del colectivo”.
[5] “Cada vez me convenzo más de que los cuadros que convendría hacer para que la pintura actual fuese verdaderamente ella misma y subiera a una altura equivalente a las cumbres serenas alcanzadas por los escultores griegos, los músicos alemanes y los novelistas franceses, deberían superar la potencia de un individuo aislado. Estos cuadros, probablemente, serán creados por grupos de hombres que se junten para realizar una idea común”
[6] “Sostener que una clase de arte tiene que ser invariablemente superior o inferior a otra significa juzgar antes de experimentar; y toda la historia del arte está ahí para demostrar la futilidad de reglas de preferencia establecida de antemano: es decir, la posibilidad de anticipar el resultado de la experiencia estética”
[7] Por lo tanto esta presencia sería similar a la del I Encuentro.
[8] Dato similar a otros encuentros.

6. Aspectos técnicos

En este epígrafe queremos mencionar aspectos relacionados con la coordinación de los Encuentros y la resolución de los problemas de índole museológico que han ido planteándose, debido a la necesidad de adaptación al presupuesto reducido y a la variedad de visitantes del Centro.

La definición del recorrido que componen las obras, como ya vimos está relacionada con la decisión de colgarlas en el espacio de la sala de exposiciones o en el espacio del vestíbulo. Si consideramos el recorrido que estableció la Comisión de artistas en el I Encuentro, observamos que en general sí se respetó “extraer” de la sala de exposiciones a aquellas obras que “resistiesen” el ruido del muro de ladrillos. No obstante, nos llama la atención que ninguno de los artistas que integraban la comisión “saliese” con su obra al vestíbulo.



En el II y III Encuentro la organización optó por que la encargada de definir el recorrido fuese la Dirección General de Museos. En ambos casos los técnicos encargados de hacer esta labor contaron previamente con reproducciones de las obras para hacer el estudio. En el II Encuentro el recorrido fue desarrollado en torno a series temáticas o técnicas que fueron ubicadas en el mismo lugar. Las series de informalismo abstracto o más conceptuales fueron colgadas en la sala de exposiciones. La serie de obras que trabajaron la naturaleza y la figuración, en general fueron colgadas en el vestíbulo. En el III Encuentro, con un número menor de obras, sólo fue preciso colgar cinco obras fuera de sala de exposiciones.

La responsabilidad de hacer las cartelas y la señalética de los tres encuentros se atribuye al propio Centro. Con respecto a las primeras, hay que señalar que su formato es precario (son etiquetas de papel autoadhesivo) pero que su revisión y ubicación es estricta.
En el I Encuentro los escultores se resistían a que la cartela no fuese adherida a la propia obra (y fuese en el muro más próximo, y a la misma altura que el resto de cartelas), pero en el II y III Encuentro las protestas desaparecieron en ese sentido. Con respecto a la información que sobre la técnica ofrece la cartela y el pie de foto, hemos detectado ciertas confusiones por parte de los/as artistas, y un leve afán de notoriedad. Ambos aspectos ponen de manifiesto la necesidad de revisar la información que proporcionan los/as artistas empleando para ello un mismo criterio.

La señalética del I Encuentro fue inexistente, y en el II y III Encuentro, el Centro hizo un mayor esfuerzo por señalar los diferentes espacios que integraban el evento por medio de cartelería de carácter precario –en su mayor parte cortada de los propios catálogos de la muestra- adherida a paneles de metacrilato dispuestos verticalmente. La necesidad de señalética fue mayor en el II Encuentro pues además de indicar que el vestíbulo era una parte de la muestra, hubo que dirigir a los/as visitantes al primer piso del Centro para visitar las salas donde se ubicaban las instalaciones. Creemos necesario que se lleva a cabo una mejora sustancial en este sentido.

Las obras son colgadas en general a una altura ligeramente inferior a lo que los cánones museológicos recomiendan con ánimo de que los/as niños/as que habitualmente visitan la sala de exposiciones y el vestíbulo puedan tener una visión adecuada.

La iluminación es llevada a cabo con dos tipos de focos con los que cuenta la sala de exposiciones, y es de carácter artificial. Los ventanales con los que cuenta la sala son cegados por medio de grandes paneles con raíles que la transforman en un gran prisma blanco. Las deficiencias de iluminación son detectadas en las obras que son expuestas en el vestíbulo y que tienen una iluminación pobre pero mixta (en la mayor parte del horario de visita cuentan con iluminación natural procedente de los ventanales, pero, los muros no cuentan con raíles de iluminación adecuados). También en la iluminación de las zonas bajas de las esculturas situadas en la sala de exposiciones, debido a que la iluminación de los focos de la sala siempre es cenital, proviene de los carriles del techo.

La seguridad es un elemento cuidado en las muestras. El Centro supervisa que la ubicación de las obras no atente contra la integridad del público (por ejemplo, los/as niños/as que transitan los espacios). Todas las obras son aseguradas para hacer frente a posibles deterioros (curiosamente, en cada Encuentro se ha producido un pequeño siniestro en el que ha tenido que intervenir la aseguradora). La vigilancia física de las obras no es estricta debido fundamentalmente a falta de personal. Pero se percibe que la confianza en la voluntad del visitante da por el momento buenos resultados.

En el apartado de conservación, cabe destacar que las obras son manipuladas por el personal con guantes de algodón y de manera adecuada, y que las obras sobre papel o de material textil son preservadas de la luz solar. Cuestiones como la humedad o la temperatura son controladas manualmente por el personal.

Los/as artistas que depositan una obra temporalmente en préstamo, para que integre el Encuentro, firman un documento de préstamo y de entrada de obra, que posteriormente deben entregar cuando la recogen a término de la exposición. El estado de conservación de la obra se comprueba a su entrada para exonerar al Centro de posibles responsabilidades.

El número de visitantes de las muestras y de las actividades de Encuentro no es controlado de manera estricta, fundamentalmente por falta de personal.

5. Los refusés a la cafetería


La ubicación de las obras en el espacio expositivo (constituido por el vestíbulo y la sala de exposiciones) y su relación con el posible recorrido de la exposición, ha sido uno de los aspectos dificultosos de los Encuentros.

Desde el I Encuentro se comprobó que el número de participantes era grande, y que si se deseaba que cada obra contase con el espacio adecuado para su óptima lectura (no se quería una sala de exposiciones abigarrada), se debía emplear un lugar adicional a la sala. Por proximidad con ésta y por contar con un sistema de sujeción de obra, se eligió el vestíbulo del Centro.

Pero, ¿cómo se dirimió qué obras irían fuera de sala de exposiciones y cuáles irían dentro? Para ello el Centro dispuso que no tendría vinculación alguna con esa decisión. De esta manera, en el I Encuentro los/as artistas constituyeron una Comisión asesora de artes, que entre otras, contó con la responsabilidad de definir el recorrido, es decir, la ubicación de las obras en la muestra. Y en el II y III Encuentro, el Centro pidió ayuda a la Dirección General de Museos, siendo sus técnicos (los que desarrollan su trabajo en la sala de exposiciones Alcalá 31, en Madrid) los que diseñaron el recorrido.

Las obras que se cuelgan en el espacio del vestíbulo/Hall son contempladas un número infinitamente mayor de visitantes que las que cuelgan en la sala de exposiciones (el público se resiste a penetrar en el espacio de ésta). Sin embargo, poseen una dificultad añadida: el muro (ladrillo visto color marrón oscuro) genera un exceso de ruido en la obra. Por lo que la decisión de qué obras se colgarían en el vestíbulo, se fundamentó en que el tamaño y el carácter de la propia obra resistiesen a la contaminación del muro.

Algunos/as creadores parece que lo entendieron bien (Juanjo Pluna en el I y en el II expresó su malestar por ser colgado en el vestíbulo, sospechando que a los artistas figurativos como él se los había “relegado” con respecto a los artistas conceptuales, que sí estaban colgados en sala; pero cuando en el III su obra fue colgada en sala, manifestó que se encontraba a gusto colgado en sala, pero que el vestíbulo era muy adecuado pues se trataba de un espacio más transitado).

Otros se molestaron profundamente y amenazaron con retirar su obra de la exposición. Entre ellos destacaría Pedro Navares, cuyo óleo de grandes dimensiones del I Encuentro fue situado en el vestíbulo, y en concreto, en el paño de muro que constituye el frontal de la cafetería.

4. Participantes: la torre donde habita el Genio


En el I Encuentro se puso de manifiesto la dificultad de que artistas supuestamente reconocidos (Luis Feito a través de la Fundación Feito de Rascafría -depositaria de su obra gráfica-, Antonio Villa-Toro, Andrés Puig o Luis Berrutti) accediesen a colgar su obra en el espacio donde artistas desconocidos también iban a hacerlo. Argumentos relacionados con la genialidad, el prestigio, la responsabilidad para con las galerías, etc., fueron consideraciones a desmontar paulatinamente por la directora del Centro. Consideramos que había una elevada resistencia a sustraer las individualidades geniales de la muestra colectiva, a pesar de que la organización se desgañitara en explicar que ése precisamente era el espíritu del Encuentro, evitar la competición, apostar por el proyecto común.

En el I Encuentro se dieron cita 52 participantes (15 mujeres, 37 hombres), en el II 45 participantes (13 mujeres, 32 hombres), en el III 38 participantes (15 mujeres, 23 hombres).

Para la coordinación de las muestras, finalmente, sólo se estableció una diferenciación de vías: la vía ordinaria para artistas “comunes” que fueron comunicados por e-mail, fax o teléfono (y el artista asumía el traslado de la obra con sus propios medios), y la vía extraordinaria para artistas “consagrados”, que pasaba por las llamadas de la Directora y el traslado de la obra por el personal del propio Centro.

3. Los "Encuentros"


En la región trabajan unos 40 artistas plásticos con voluntad de dedicarse profesionalmente a la creación. A finales del 2005, todos/as ellos/as fueron convocados/as por el Centro para asistir a una mesa de trabajo y debatir y valorar las acciones que debían ser acometidas con mayor urgencia. Ante el desconocimiento que se detectó de los/as artistas hacia el trabajo que realizan los/as otros/as artistas cobró gran fuerza la idea de poner en marcha una exposición colectiva que promoviera como prioridad el “encuentro” de los/as mismos/as como antesala a la futura realización de otro tipo de proyectos colectivos.

El Centro apoyó esta iniciativa demandando un vínculo de colaboración por parte de los/as artistas, pidiendo un compromiso de asistencia a las reuniones periódicas de trabajo, la renuncia a premios o donaciones de obras (costumbres arraigadas en el Centro y en espacios expositivos de adscripción municipal), y ofreciendo la posibilidad de la edición de un catálogo. Se decidió que la muestra colectiva se realizaría en los meses del año con mayor presencia de visitantes, eligiendo los meses de diciembre y enero.

En los meses de diciembre 2006 y enero 2007 se celebró el I Encuentro Artistas Plásticos Sierra Norte, compuesto por una muestra colectiva y algunas actividades paralelas. En diciembre 2007 y enero 2008 se celebró el II Encuentro, que en esta ocasión contó con una extensísima agenda de acciones, talleres y propuestas diversas, que acompañaron a la muestra. En diciembre 2008 y enero 2009 se ha celebrado el III Encuentro, compuesto fundamentalmente por una muestra de carácter temático.

Como veremos, la personalidad del encuentro ha ido evolucionando a lo largo de estos tres años, constituyéndose como un espacio vivo, permeable a las necesidades y decisiones de los/as propios/as protagonistas.